domingo, 17 de junio de 2018

Sobre “perreras” y muertes por “asfixia”: léxico de la decadencia

Venezolanos en una "perrera":
solución chavista para el transporte público.


“Perrera” es una palabra horrible. Recuerda a “perrera municipal”, campaña de exterminio de perros callejeros. Recuerda a la “vida de perros” o la “perra vida”. En Venezuela una “perrera” es un camión que transporta personas como si fueran ganado. Las “perreras” se han multiplicado ante la desaparición acelerada de los medios de transporte público. Autobuses y autobusetas salen de circulación porque en Venezuela no hay repuestos. Tampoco se puede renovar el parque automotor para el transporte público (pero sí se pueden importar camionetas para los malandros del régimen).

La “perrera” es la solución chavista para que los pobres puedan llegar a sus trabajos y escuelas. El chavismo trata a los pobres como el “perraje”, a pesar de que se haya llenado la boca con la retórica de la justicia social. Todo ha sido mentira. Los discursos de Chávez y su “ser rico es malo”. Las palabras huecas y mal hilvanadas de Maduro. El cinismo de Diosdado Cabello. Lo grotesco de Pedro Carreño con su corbata Louis Vuitton y sus zapatos Gucci, ejemplo perfecto del dicho sobre la “mona de seda”. Las chivas de Freddy Bernal. Se burlan del pueblo, del “perraje”. Para ellos, camionetas blindadas, aire acondicionado y guardaespaldas. Para los pobres “perreras”, peligro de muerte por volcamiento, intoxicación por CO2, tratamiento animal, los “cochinos” que chillan en el camión, imagen que gustaba repetir al fallecido comandante.

En el lenguaje del chavismo, ahora resulta que la muerte de varios jóvenes y adolescentes en un club ubicado en El Paraíso (seguimos con la ironía del lenguaje) fue causada por “asfixia”, y no por la negligencia criminal de quienes gobiernan la ciudad de Caracas y el país, que tienen que ocuparse de la seguridad y la protección de las personas, que no deben permitir que las bombas lacrimógenas circulen como si nada, que han armado a los malandros de los colectivos, que han sembrado la anarquía como forma de control social, que abusan del poder, que viven en su burbuja de privilegios, que no mandan a sus hijos a fiestas en Los Cotorros (el nombre de la trágica sala de fiestas) sino a Madrid, Londres, Miami, Montreal, Vancouver, Toronto, París, Barcelona. Reverol dice que van a investigar (mentira). Maduro dice que lamenta la tragedia (mentira).

“Perreras” y pueblo que se “asfixia”. Léxico de la decadencia en Venezuela. Digamos las cosas como son. Tratan al pueblo como si fuera ganado, desprecio por los pobres, eso es el chavismo. Matan a eso mismo pueblo pobre con las bombas que el régimen distribuye entre sus malandros, sean uniformados o civiles. En este léxico cabe la palabra asesinos.