miércoles, 13 de diciembre de 2023

Al falso profeta Franco Berardi

Señor Berardi: Me tomo la libertad de escribirle por este medio. Hubiera preferido enviarle un mensaje privado, pero usted no tiene esa opción en Facebook y no tengo su correo electrónico. Usted dio una entrevista al periódico El País en la que afirmó: "Israel está muerto. Yo no viviré hasta el final de la década, pero tú sí, que eres joven [se refiere al periodista]. Ya me contarás". Después usted dijo: "tú sí que llegarás a 2030 y ya me dirás si existe Israel. De verdad que no lo creo, porque su proyecto ha sufrido un deterioro profundísimo, en primer lugar por culpa de ese nefasto individuo que es Netanyahu. Él no sobrevivirá al desastre que ha hecho y, al mismo tiempo, representa a un conjunto de fuerzas demasiado poderoso que impedirá que prospere cualquier alternativa de izquierdas, cosa que prácticamente no existe en Israel". Usted no aclaró en la entrevista qué quiere decir con que "Israel está muerto". ¿Qué pasará con los habitantes de Israel, especialmente sus habitantes judíos según sus cálculos proféticos? ¿Qué entidad sustituirá a Israel cuando "muera" el Estado judío? ¿Qué se imagina usted que reemplazará al país democrático que es Israel, a pesar de que a usted no le guste el gobierno de Netanyahu (como a muchos israelíes)? ¿Un fantasioso estado palestino "democrático" como tantos otros países árabes donde ya no existen judíos? Usted dijo también que en Israel ya no hay alternativa de izquierdas y no cree que pueda prosperar una en un futuro próximo. No explicó en la entrevista qué quiere decir "alternativa de izquierdas", pero me imagino que usted sí tiene esperanza que habrá una alternativa de izquierdas del lado palestino, justamente entre los fundamentalistas asesinos de Hamás y la muy corrupta Autoridad Nacional Palestina. Yo espero que su profecía no se cumpla. Estoy seguro que Israel vivirá. Espero también que a pesar del rechazo histórico del liderazgo palestino de llegar a un compromiso de convivencia entre dos estados (rechazo que tiene varios hitos en 1947, entre 1948 y 1967, y en las negociaciones que siguieron a los acuerdos de Oslo), se pueda lograr una solución que permita a judíos y palestinos vivir en sus respectivos estados soberanos en el territorio que unos llaman la Tierra de Israel y otros Palestina. Otros pretendidos profetas como usted se han equivocado con respecto al pueblo judío. Los nazis quisieron cumplir su profecía a través del exterminio. El historiador Arnold Toynbee describió a los judíos como un "fósil". La misma existencia de Israel, que tanto importunaba al propio Toynbee, contradecía su idea del "fósil". El sionismo y el posterior nacimiento del Estado judío significó el renacimiento de la lengua hebrea, la expansión de la cultura judía, la consolidación de la soberanía judía en su tierra ancestral, el desarrollo de la agricultura y la tecnología, y la integración, no sin dificultades, de millones de inmigrantes de todas partes del mundo, incluyendo a los sobrevivientes de la Shoá. Señor Berardi, las palabras tienen un peso. No se trata simplemente de jugar al profeta. Lo que usted ha dicho sobre el futuro de Israel no es solo una "ocurrente ligereza" que se suelta en una entrevista casual. Hoy en día, sus palabras son casi un llamado a la desaparición del país de los judíos, lo que sin duda implicará más guerra y más muertes. Estoy seguro que fracasará en su papel de profeta. Shalom, Isaac Nahón Serfaty Universidad de Ottawa inahonse@uottawa.ca