sábado, 31 de diciembre de 2016

Sobre el sub-texto o lo implícito en la comunicación

El anuncio que hizo Nicolás Maduro sobre la extensión por decreto de la validez del billete de 100 bolívares hasta el 20 de enero, es un buen ejemplo para hacer un análisis de sub-texto o de lo implícito en la comunicación.



A Maduro se le ve contento informando sobre la medida, medida que, por cierto, según la constitución venezolana, debería tomar el BCV y no el presidente.

Pero al ver este clip de su intervención, uno puede de leer otro texto que dice más o menos lo siguiente:

"Somos unos estúpidos. Metimos la pata con el asunto de los billetes de 100. No lo podemos reconocer abiertamente, pero la pusimos. La forma en la que manejamos este tema causó un montón de problemas. Fue la chispa que encendió la pradera en Ciudad Bolívar, donde malandros aprovecharon para hacer su agosto en diciembre y saquearon un montón de locales comerciales. Pusimos a la gente a hacer colas kilométricas en los bancos y en las sedes del BCV. Generamos angustia entre los ciudadanos. Muchos fueron a devolver sus billetes y recibieron un certificado de pago con la promesa que su dinero sería depositado en sus cuentas o que recibirían el efectivo en el Banco de Venezuela. Ahora cargan con sus certificados como almas en pena, a ver cuándo el gobierno les devuelve su dinero. Todo esto es cierto, pero somos tan vivos, tan buenos, tan considerados, que ahora todo el mundo tranquilo, pues por nuestra gracia y consideración les damos la oportunidad de usar sus devaluados billetes de 100 bolívares hasta el 20 de enero. Por cierto, no se olviden que los malandros del régimen ya lavaron sus billetes de 100, los corruptos ya se metieron sus comisiones con los nuevos billetes que mandamos a hacer fuera, y con todos los negociados asociados con las vainas que se nos ocurren, incluyendo el Carnet de la Patria, y otros sistemas de control social para someter a un pueblo que ya da síntomas claros de sumisión por hambre, miedo y mero instinto de supervivencia".


martes, 27 de diciembre de 2016

Apuntes sobre Homo Deus de Harari



Yuval Noah Harari es un joven historiador israelí que ha escrito dos bestsellers: Spiens. A Brief History of Humankind, y su más reciente Homo Deus. A Brief History of Tomorrow.  Recomiendo ambos libros que tienen la virtud de contar de forma amena, inteligente e iluminadora la experiencia humana y sus posibles futuros. Harari no hace grandes valoraciones morales. Presenta las cosas como son o como podrían ser, sin sentimentalismos.

En estas notas desordenadas quiero comentar algunas de sus afirmaciones en Homo Deus. El libro es un buen compendio de lo más reciente en lo que la biología y la cibernética nos están diciendo sobre la transformación de Sapiens y la probable irrelevancia futura de los humanos en la Tierra.

El objetivo del libro

Esta obra de Harari es una obra de “imaginación histórica” (ni utópica, ni distópica). El autor habla de “religión”, no en el sentido tradicional del término. Para él “religión” es cualquier narrativa, religiosa, política, ideológica, cultural, que pretende darle sentido a la experiencia humana. Es mejor que lean a Harari al respecto (disculpen las fotos borrosas del libro):



Sobre la identidad humana

La identidad para Harari, como ya lo han dicho otros escritores, psicólogos, filósofos, es un “cuento” que nos echamos nosotros mismos, y que es en cierta medida atemporal:




Somos “dividuals” y no “individuals”, según Harari, seres divididos por la misma constitución de nuestro cerebro:



El valor de las humanidades

En el mundo dominado por el pragmatismo tecno-comercial, Harari defiende el valor de las humanidades como la única forma de darle sentido a los cambios que estamos viviendo:



Capitalismo

Harari rescata a Marx, pero lo hace de una forma muy original. Consecuente con la premisa de la dialéctica, el historiador israelí dice que lo escrito por Marx tuvo influencia en cómo el capitalismo se adaptó a los retos que creaba la dinámica de explotación del sistema:



El capitalismo está en todas partes. Su éxito reside justamente en haber permeado todo, incluso la forma en la que jugamos (y también la forma en la que relacionan con el sistema capitalista los que dicen luchar contra él, como el régimen chavista que ha destruido a Venezuela):


Harari nota el papel que las emociones (prefiero llamarlas afectos) juegan en la economía, acabando con la ilusión racionalista que propugnan algunos economistas:



Greed and green

Siempre queremos más, dice Harari, y eso tiene sus consecuencias:



Por eso resulta tan difícil cambiar comportamientos que contribuyen directamente al calentamiento del planeta:



Religión y tecnología

La tecnología es una nueva religión, o, como dice Harari, tecnología y religión siempre han ido de la mano como una pareja con sus conflictos y sus momentos “felices”:


La religión tecnológica está transformando a Sapiens de una forma radical, lo que probablemente haga irrelevante al humano. Es de notar que esta religión, a diferencia de otras que ponían al humano en el centro de su narrativa, o al menos cerca del centro como sujeto preferido de Dios, puede desplazar a Sapiens a la periferia, haciendo de nosotros seres prescindibles:



“Dataísmo” como religión

Datos y algoritmos para calcular y manipular datos representan la nueva tecno-religión. Harari discute ampliamente el “dataísmo” y sus consecuencias:






Relocalizando a Dios y a los seres humanos

Dos citas provocadoras de Harari sobre la idea de Dios y el lugar de los seres humanos en el futuro:





Vivir para siempre

La gran aspiración humana de vivir para siempre podría resultar en algunas pesadillas. Harari las imagina con algo de humor:



Aborda un tema asociado, el de la “eterna juventud” como religión última:



Sida como éxito

Sí, Harari cree que la epidemia de Sida ha sido todo un éxito de salud pública. No porque haya matado a muchas personas (no llega a ser tan cínico), sino porque sirvió para desarrollar medicamentos y estrategias de control de la enfermedad que han servido para luchar contra otras epidemias y el reto que representa el resurgimiento de las enfermedades infecciosas:


Perspectivas sobre comunicación

Homo Deus tiene algunas observaciones agudas que resultan interesantes para los que estudiamos la comunicación.

Dos observaciones sobre la dimensión intersubjetiva de la experiencia humana, es decir la historia de la humanidad como historia de la comunicación:




También nos habla de la relación que existe entre el nacimiento de la escritura y de la moneda en el desarrollo de las civilizaciones:



Libertad

Ya dije que Harari no hace grandes juicios morales, ni tampoco se hace muchas ilusiones con respecto al porvenir de la humanidad. Relativiza el “libre albedrío” y la noción misma de libertad:



Conocer y sentir

Apunta Harari algo que la neurobiología y las ciencias cognitivas han demostrado recientemente. Conocer (es decir, el aspecto racional del conocer) implica también sentir (el aspecto afectivo/emocional de ese “conocimiento”):



Estética y política

Harari dice algo que me parece particularmente importante hoy en día, y que ya traté en un corto artículo aquí: la estética y la política son hermanas gemelas, y no siempre muestran sus rostros más “bellos”.


Chispa que enciende la pradera

La revolución es cuestión de pocos y de redes, según Harari. Para encender el fuego de la convulsión socio-política se necesitan líderes que sean capaces de generar un movimiento en redes, es decir cooperación. No son las masas anónimas ni desconectadas las que hacen las revoluciones:


Las preguntas claves

Al final del libro, Harari presenta todo un programa de investigación para las ciencias humanas y sociales. Sin querer aguarles la fiesta (recomiendo que se lean completo el libro), aquí van las preguntas que se plantea:




martes, 20 de diciembre de 2016

Palomita Square

Sigo con mis experimentos audiovisuales. Ahora hice una corta vídeo-tarjeta intitulada Palomita Square para desearles a mis amigos unas felices fiestas y un venturoso 2017. Presento este trabajo, que tiene algo de onírico y una referencia a una Venezuela que ya no existe, en un fin de año muy particular para el país y para el mundo.


martes, 13 de diciembre de 2016

Transparencia/opacidad. Claridad/oscuridad

Desde hace un par de años estoy trabajando el tema de lo que he llamado la "transparencia grotesca". Sobre esto publiqué un artículo que introduce las bases conceptuales para estudiar el tema, además de analizar un caso que considero emblemático del fenómeno: un performance de Hugo Chávez Frías. El artículo se puede leer aquí.

Con la intención de explorar la cuestión de la transparencia/opacidad y claridad/oscuridad desde otra perspectiva (podríamos decir más "creativa"), hice un par de vídeos. Recomiendo ver estos vídeos en pantalla completa (preferiblemente en una computadora o tablet), y escuchar la música con audífonos.

El primero se intitula 8185. Parte de una búsqueda de claridad al final de un túnel de humedad. 



El segundo lleva por título The Things to Come. Aunque vuelve sobre el tema de una claridad que no llega, lo hace desde la posición expectante de quien busca la revelación.