miércoles, 28 de noviembre de 2018

Dealing with the daily media dose of the grotesque

The video (originally recorded in 2005 and revealed in 2016) of then-presidential candidate Donald Trump’s dismissive remarks regarding women (Source: Washington Post)

We are living in an era of visual excesses driven by digital networks. Videos showing hostage beheadings by terrorists, a photograph of a model’s emaciated body to denounce anorexia in the fashion industry or, more recently, the image of a dying polar bear to call the attention to the consequences of climate change. These stories and images represent a kind of grotesque that claims to be accurate representations of our realities.

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martes, 9 de octubre de 2018

My most recent book: Strategic Communication and Deformative Transparency


I am pleased to share with you the Preface of my recent book on Strategic Communication and Deformative Transparency. Persuasion in Politics, Propaganda and Public Health:


This is a photograph (Figure a) of Cyril Winter, an Ottawa-based anti- abortion activist. I took this photo on September 8, 2017. He was in front of the Canadian Tribute to Human Rights monument, during one of his usual one-man protests.

This photo summarizes the aim and scope of this book. The bottom panel’s image of body parts—of foetuses or babies, depending where you position yourself in the debate—is a clear display of grotesque transpar- ency. Its intent is stated in its text: “No censorship”. Its crudeness does not leave any room for euphemisms. Mr. Winter is not talking about “repro- ductive rights”, “medical procedures”, “the right to choose”, “interrupted pregnancy”, or even “pro-life”. He wants to shock the public by disclosing the concrete “truth”, or at least his truth.

At the heart of his message is an aesthetics of horror. It seems, how- ever, that the image of small, dismembered bodies was not enough for Mr. Winter. To emphasize this disclosure of a crude reality, he also added the baby doll hanging from his neck. This is a sign of over-production of meaning, where the grotesque and the kitschy tend to overlap. It also reveals an economy of the affects, done through the saturation of emotions based on the premise that overcoming “cognitive indifference” requires an aesthetic reflexivity, or an alternative path to “knowing” about an issue.

The photo also speaks to the tension between strategy and tactics. Mr. Winter was present at the monument as an individual without any insti- tutional affiliation. His means appeared to be quite limited, with no major strategic relevance. As with many cases in today’s digital sphere, however, he was introducing the transparently grotesque in the public space to disrupt and eventually call attention to it. His rationale was not that different from the old prescriptions of propaganda, though he was also facing a highly overcrowded and fragmented communication ecosystem, as illustrated by passers-by at the monument who were plugged into their mobile devices.

By putting on this display, Mr. Winter visually desecrated the sacred in order to defend what he thought is the “supreme good”: human life. We can assume he considered this a legitimate means to achieve his goal (that is, to end or limit abortion). Some may agree with him; others may find these images repulsive or an unethical manipulation of emotions. The majority of passers-by that day near the human rights monument were indifferent to Mr. Winter’s images and speech. The question remains: how far can some- one go to achieve their goals? What are the limits of the visible? This book is an attempt to answer these questions by looking into both the visible and invisible aspects of the strategy of the transparently grotesque.


You can read a preview of the book by clicking here

viernes, 14 de septiembre de 2018

Anuncios Grotescos: Campamento vacacional financiero

Este es el tercer episodio de Anuncios Grotescos dedicado a la publicidad del Campamento Vacacional Financiero. Es probablemente el episodio que más se parece a lo "real maravilloso" que se vive en Venezuela. Lo pueden escuchar aquí.

jueves, 13 de septiembre de 2018

La “necropolítica” como esperpento: sobre la exhumación de Francisco Franco

El cadáver de Francisco Franco (1892 - 1975),
general y dictador que gobernó España de 1939 a 1975,
es exhibido en el Palacio del Pardo en Madrid el 24 de noviembre de 1975. 

El escritor Ramón María del Valle-Inclán, creador del esperpento, estaría seguramente complacido al constatar que el género teatral que ideó está más vigente que nunca en la política. Vayamos primero a la definición del esperpento que da el propio Valle-Inclán de boca de Don Latino y Máximo Estrella, personajes de su obra Luces de Bohemia (1920):

Don Latino - Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada […] Max – España es una deformación grotesca de la civilización europea […] Las imágenes más bellas en un espejo cóncavo son absurdas […] Max – […] La deformación deja de serlo cuando está sujeta a una matemática perfecta. Mi estética actual es transformar con matemática de espejo cóncavo las normas clásicas […]”

La decisión del gobierno español presidido por Pedro Sánchez de exhumar los restos de Francisco Franco del Valle de los Caídos, votada por una ajustada mayoría en el congreso, tiene características esperpénticas, en el sentido que le da Valle-Inclán al término. El decreto ley del gobierno del PSOE tiene como objetivo arreglar las cuentas pendientes que dejó la llamada Transición, especialmente en lo que se refiere a la “memoria histórica” sobre la traumática Guerra Civil y los años de la dictadura franquista. Se trata de poner a Franco en su sitio, o si se quiere, de sacarlo del monumento que pretende conmemorar a todos los caídos en la guerra civil, pues, argumentan los socialistas, el Generalísimo fue el principal verdugo de al menos la mitad de esas víctimas.

La clave esperpéntica de Valle-Inclán nos permite profundizar en el análisis simbólico y comunicacional de la decisión de Sánchez y su gobierno, y compararla con otras situaciones que, si bien difieren en cuanto al contexto social y cultural, ilustran lo que podríamos llamar el fenómeno de la “necropolítica”. Para ello nos vamos a detener en la difusión televisiva en 2010 de la apertura del sarcófago que guardaba los restos de Simón Bolívar, exhumación dirigida por el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez. En este caso, como tantos otros, incluyendo el tráfico del cadáver de Eva Perón que tan bien relatara Tomás Eloy Martínez en su novela Santa Evita, el eterno debate ruso sobre si se debe enterrar el cuerpo de Lenin, la mano embalsamada de Álvaro Obregón, caudillo y presidente de la revolución mexicana, que se exhibió durante años, el foco está en el valor del muerto, o si se quiere, en la tensión dialéctica entre su sacralización y su profanación.

El 15 de julio de 2010 a eso de las dos de la madrugada, Chávez anunció vía Twitter que el cadáver de Simón Bolívar, el Libertador de cinco naciones suramericanas, había sido exhumado con el fin de determinar las “verdaderas causas” de su muerte hacía prácticamente doscientos años. Unas horas más tarde, el vídeo con los detalles de la exhumación de los restos de Bolívar fue transmitido en cadena nacional de televisión. Una primera lectura de este hecho nos indicaría que estamos frente a un acto de “revelación de la verdad” que, como en el caso de Franco, busca ejercer algún tipo de justicia histórica. Con Bolívar la excusa fue establecer cómo y porqué murió, en el marco de una teoría conspirativa de Chávez según la cual el Libertador habría sido asesinado. Con Franco, la intención es relocalizarlo material y simbólicamente en la historia reciente de España.  

En clave esperpéntica, ambos casos tienen que ver con la imagen del héroe proyectada en espejos que la deforman. Es obvio que Chávez buscó con ese acto, como lo hizo en muchísimas ocasiones, acercar la figura mítica de Bolívar a la suya. No es casual que la voz en off de Chávez acompañara las primeras imágenes difundidas en televisión de la apertura del sarcófago con los restos del Libertador. Paradójicamente, el efecto de acercamiento de los personajes se da a través de la desacralización del héroe fundador de la patria, como ya lo notara Valle-Inclán en su “estética sistemáticamente deformada”.

En la iconografía tradicional, Bolívar es el guerrero a caballo o el legislador que redacta las Constituciones de las nacientes repúblicas americanas, o incluso el delirante idealista que sobre el Chimborazo sueña una patria grande y unida. En todas estas representaciones están los elementos de una “religión republicana”, en palabras del historiador Elías Pino Iturrieta, en la que el “divino” Bolívar juega un papel central en un panteón de héroes militares. Pero, el mostrar urbi et orbi el esqueleto inerme del Libertador tiene un efecto justamente esperpéntico, es decir que deforma la imagen del héroe a través de la mediación de la pantalla de televisión y de las redes digitales. Ya no nos situamos en el registro épico, sino en el registro grotesco del esqueleto que se baja de los altares patrios para modificar el imaginario colectivo asociado con un símbolo normativo de la sociedad.

Es en su dimensión pragmática que el performance esperpéntico adquiere su verdadera connotación política. Hubo en la transmisión televisiva de la exhumación de los restos de Bolívar una sensación de híper realismo que se mezclaba con el “irrealismo” de lo impensable ante la desacralización del llamado Padre de la Patria. Entre muchos venezolanos se confirmó el efecto desconcertante que el esperpento produce en la audiencia, pues lo que era familiar (la iconografía heroica de Bolívar) se convirtió en extrañamente iconoclasta. Ya en España algunos denuncian una eventual profanación de la tumba de Franco, o incluso de la utilización electoralista por parte de Sánchez de este decreto con el fin de ganar de puntos en los votantes que se sitúan más a la izquierda.

La “necropolítica” en su vertiente esperpéntica – es decir, en su vocación de invertir los valores asociados al héroe clásico – busca también reescribir la Historia (con H mayúscula). Chávez presentó dos años después un nuevo rostro de Bolívar, recreado digitalmente a partir del cráneo exhumado aquel julio de 2010, lo que algunos consideraron como un intento más del comandante presidente de acercar su propia imagen a la de un Libertador que sería más zambo que vasco (los Bolívar eran de origen vasco). El rostro digitalizado del Bolívar zambo se ha convertido en la imagen oficial del Libertador.

El PSOE de Sánchez quiere ser el partido que complete la tarea pendiente de la Transición para terminar de borrar las huellas del Franco heroico de la historia y del patrimonio español. Además de re polarizar a la sociedad española, obligando a sus adversarios políticos del PP y de Ciudadanos a tomar partido sobre el significado actual de Franco, la decisión de Sánchez podría dar pie para transformar el significado del Valle de los Caídos, como lo ha dicho el historiador José Álvarez Junco, eliminando el carácter de mausoleo del dictador, y en un lugar que sirva para explicar a las nuevas generaciones lo que ocurrió en la guerra civil y durante la dictadura franquista.

Pero el ruido y la furia propios de debates inflamados en las redes sociales ha dado cuenta de la idea de convertir el Valle de los Caídos en un “museo de la memoria”, como lo había propuesto originalmente Sánchez. Ahora el presidente español propone que el monumento construido por Franco pase a ser un cementerio civil. Con ello seguramente busca un compromiso político para que sea aprobado en el congreso su proyecto de ley, y los restos de Franco sean desalojados de allí, lo que caldeará los ánimos de los nostálgicos de la dictadura

Valle-Inclán estaría admirado del potencial escénico que tiene la “necropolítica” en esta era de medios digitales, grandes espejos cóncavos desde los que consumimos millones de imágenes deformadas.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Otro anuncio grotesco: La franquicia en Miami

Este es el segundo episodio de Anuncios Grotescos. Venezuela siempre ha sido un país de contrastes y contradicciones, y la publicidad las refleja muy bien, particularmente en estos momentos de crisis profunda. Esta entrega recrea el típico anuncio de la franquicia en Miami. Lo pueden escuchar aquí.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Pequeña Hermana (Ahot Ketana)


Querida familia, queridos amigos:
Esta es la segunda entrega de una tradición que iniciamos el año pasado mi primo Rafael Encaoua Serfaty y este servidor de presentarles los piyutim que cantamos en Rosh Hashaná los judíos sefardíes. En esta oportunidad se trata del hermoso poema litúrgico Ahot Ketana (Pequeña Hermana) de Rabí Abraham Hazán (Gerona, siglo XIII). La traducción al español es de Rafael. Esta vez contamos con la voz de mi esposa Cheryl Riera. Yo recité el poema e hice el diseño sonoro y la mezcla. Si tienen paciencia, los invito a escuchar la grabación hasta el final para disfrutar una extraña versión en jazz de la melodía del piyut interpretada por Jacques Schwarz-Bart (saxofón) y Gary Dourdan (voz). Que empiece el año con sus bendiciones
תָּחֵל שָׁנָה וּבִרְכוֹתֶיהָ



viernes, 31 de agosto de 2018

Anuncio grotescos: publicidad de lo absurdo en Venezuela

Le di vueltas antes de poner este podcast al aire. Me parecía que podía chocarle a gente que se gana la vida honestamente haciendo publicidad en las emisoras de radio en Venezuela. Estoy consciente de que la publicidad es necesaria para que locutores y periodistas puedan hacer su trabajo. Pero no puedo dejar de sentir algo por dentro cuando escucho ciertos anuncios. Por eso he llamado a este serie Anuncios Grotescos: Publicidad de lo Absurdo. Si tienes alguna idea sobre un anuncio que se podría recrear en tono grotesco o absurdo me la puedes enviar por esta vía. Pueden escuchar el primero haciendo click aquí.


domingo, 17 de junio de 2018

Sobre “perreras” y muertes por “asfixia”: léxico de la decadencia

Venezolanos en una "perrera":
solución chavista para el transporte público.


“Perrera” es una palabra horrible. Recuerda a “perrera municipal”, campaña de exterminio de perros callejeros. Recuerda a la “vida de perros” o la “perra vida”. En Venezuela una “perrera” es un camión que transporta personas como si fueran ganado. Las “perreras” se han multiplicado ante la desaparición acelerada de los medios de transporte público. Autobuses y autobusetas salen de circulación porque en Venezuela no hay repuestos. Tampoco se puede renovar el parque automotor para el transporte público (pero sí se pueden importar camionetas para los malandros del régimen).

La “perrera” es la solución chavista para que los pobres puedan llegar a sus trabajos y escuelas. El chavismo trata a los pobres como el “perraje”, a pesar de que se haya llenado la boca con la retórica de la justicia social. Todo ha sido mentira. Los discursos de Chávez y su “ser rico es malo”. Las palabras huecas y mal hilvanadas de Maduro. El cinismo de Diosdado Cabello. Lo grotesco de Pedro Carreño con su corbata Louis Vuitton y sus zapatos Gucci, ejemplo perfecto del dicho sobre la “mona de seda”. Las chivas de Freddy Bernal. Se burlan del pueblo, del “perraje”. Para ellos, camionetas blindadas, aire acondicionado y guardaespaldas. Para los pobres “perreras”, peligro de muerte por volcamiento, intoxicación por CO2, tratamiento animal, los “cochinos” que chillan en el camión, imagen que gustaba repetir al fallecido comandante.

En el lenguaje del chavismo, ahora resulta que la muerte de varios jóvenes y adolescentes en un club ubicado en El Paraíso (seguimos con la ironía del lenguaje) fue causada por “asfixia”, y no por la negligencia criminal de quienes gobiernan la ciudad de Caracas y el país, que tienen que ocuparse de la seguridad y la protección de las personas, que no deben permitir que las bombas lacrimógenas circulen como si nada, que han armado a los malandros de los colectivos, que han sembrado la anarquía como forma de control social, que abusan del poder, que viven en su burbuja de privilegios, que no mandan a sus hijos a fiestas en Los Cotorros (el nombre de la trágica sala de fiestas) sino a Madrid, Londres, Miami, Montreal, Vancouver, Toronto, París, Barcelona. Reverol dice que van a investigar (mentira). Maduro dice que lamenta la tragedia (mentira).

“Perreras” y pueblo que se “asfixia”. Léxico de la decadencia en Venezuela. Digamos las cosas como son. Tratan al pueblo como si fuera ganado, desprecio por los pobres, eso es el chavismo. Matan a eso mismo pueblo pobre con las bombas que el régimen distribuye entre sus malandros, sean uniformados o civiles. En este léxico cabe la palabra asesinos.


martes, 29 de mayo de 2018

Gaza e Israel: política, teatro y amnesia


* Ni el portal web de Letras Libres ni El País quisieron publicar este artículo. El editor de Letras Libres me explicó que el texto que escribí se alejaba de la línea  "moderada y cautelosa " que esa publicación mantendría con respecto al conflicto entre Israel y los palestinos. El País dijo que tenía demasiados artículos y que no contaba con espacio para publicar el mío.

Mahmoud al-Zahar, co-fundador de Hamás:
“cuando hablamos de ‘resistencia pacífica’ estamos  engañando al público…
Esto es resistencia pacífica apoyada por una fuerza militar y por agencias de seguridad..."

La política tiene mucho de teatro. Esto no es una novedad, pero ella adquiere un talante espectacular en estos días de redes sociales, periodismo ciudadano y dominio de las imágenes omnipresentes como factor que moldea la opinión pública. Dos eventos que se ubican en polos opuestos, aunque son parte de la misma tragedia sobre la que escribiera el historiador y diplomático Shlomo Ben- Amí,  ilustran bien la explosión dramática de la política. El primero es la presentación que hiciera el primer ministro Benyamín Netanyahu de los documentos nucleares iraníes supuestamente recabados por el Mossad. El otro es la reciente ola de violencia en la frontera entre Gaza e Israel. En ambos casos se ha impuesto una razón estratégica con el fin de crear un efecto de opinión que apuntale agendas políticas. Netanyahu montó su calculada puesta en escena para darle un argumento adicional a Donald Trump con el fin de romper el tratado que Obama había firmado con Irán. Hamás, el movimiento islamista que gobierna la franja de Gaza, convocó a la movilización masiva hacia Israel, en lo que han denominado la “marcha del retorno”, con el fin de poner el tema palestino en la agenda internacional, después que había sido desplazado a un tercer plano por otros asuntos como la guerra en Siria y las tensiones con Irán.

La opinión pública no siempre valora las cosas de la misma manera. Medios de comunicación, periodistas y articulistas han rápidamente reaccionado ante la violencia en la frontera gazatí-israelí, asumiendo como una verdad absoluta el relato que de las protestas ha hecho Hamás, mientras que han sido más escépticos con respecto a lo planteado por Netanyahu sobre las ambiciones nucleares de Irán. Muchos medios han repetido que las movilizaciones de los palestinos en Gaza serían una muestra de “protestas pacíficas” al estilo de las que convocaron en su momento Gandhi en la India o Martin Luther King en los Estados Unidos. Esto lo ha desmentido el propio cofundador de Hamás, Mahmoud al-Zahar, quien ha dicho en una entrevista con Al Yazira que “cuando hablamos de ‘resistencia pacífica’ estamos  engañando al público…Esto es resistencia pacífica apoyada por una fuerza militar y por agencias de seguridad”(pueden ver la entrevista aquí).  Es decir, la movilización masiva “pacífica” de palestinos hacia la frontera con Israel sería la continuación de la guerra por otros medios, no solo para infiltrar el territorio israelí y cometer actos terroristas, sino para ganar una guerra de propaganda en la que lamentablemente muchos habitantes de Gaza, probablemente desesperados ante las difíciles condiciones de vida en la franja, son usados como peones de los islamistas.

Hay, sin embargo, otros factores que influyen en las lecturas que se hacen de los lamentables sucesos en Gaza y de la presentación de Netanyahu, y éstos tienen que ver con la antipatía que suscita Donald Trump. Si la política es teatro, los espectadores juzgan por sus gustos y afinidades. Trump cae mal a muchos periodistas y articulistas por su discurso agresivo, su chocante machismo, sus decisiones impulsivas, los obvios conflictos de intereses entre sus negocios y su papel como presidente y el de su familia en su gobierno, sus posiciones que a veces bordean el racismo, y también, hay que decirlo, por su apoyo incondicional al gobierno de derechas que encabeza Netanyahu en Israel. Estas valoraciones que se hacen de Trump, y de alguna manera del proprio líder israelí, tienden a producir ataques de amnesia selectivos en quienes juzgan las decisiones y acciones de estos gobernantes. Olvidan, por ejemplo, que los líderes de Irán han declarado que su objetivo es borrar a Israel del mapa, o que hace algunos años mandaron a sus agentes hasta Buenos Aires para volar la sede de la organización judía más importante de ese país en un atentado en el que murieron 85 personas, o incluso que el gobierno iraní asumió como política oficial el negacionismo del Holocausto con el fin de legitimar su propio discurso antisemita disfrazado de antisionismo. 

También las antipatías hacen olvidar que Hamás en un documento de 2017, en el que reafirma los principios de su carta de 1988, declara que “el establecimiento de ‘Israel’ (sic) es completamente ilegal y contraviene los inalienables derechos del pueblo palestino y van contra su voluntad y la voluntad de la Ummá (la nación islámica) …”, que  “rechaza cualquier alternativa a la completa y total liberación de Palestina, desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo)”, aunque de forma táctica considera - sin renunciar a su rechazo de lo que llama ‘la entidad sionista’ y sin renunciar a ninguno de los “derechos de los palestinos” - “el establecimiento de un estado palestino soberano e independiente, con Jerusalén como su capital en las fronteras del 4 de junio de 1967 (antes que estallara la Guerra de los Seis Días) …”.

Hamás ha fracasado en mejorar la situación de los palestinos en Gaza. Desde que Israel se retiró de la franja en 2005, el movimiento islamista controla el gobierno del territorio palestino después de cruentos enfrentamientos con la fracción de Al Fatah, que preside la Autoridad Palestina en la Margen Occidental del Jordán. La reconciliación entre los dos grupos palestinos no termina de concretarse, aunque se hayan dado acercamientos promovidos por Egipto. El liderazgo de Hamás vive una crisis que pretende tapar usando, como lo ha hecho antes, a la población civil como escudo contra Israel. Es necesario refrescar la memoria de vez en cuando, para no caer en las trampas de la política como teatro.